lunes, 16 de septiembre de 2013

Mercurio, mensajero de los dioses


Los romanos le pusieron el nombre del mensajero de los dioses porque se movía más rápido alrededor del Sol que los demás planetas. Es el planeta más cercano al Sol; y el más pequeño y el más denso del Sistema Solar. Tiene un diámetro de 4880 kilómetros, lo que lo sitúa en tamaño entre la Luna y la Tierra. Mercurio gira lentamente sobre su eje, una vez cada 59 días y completa una vuelta alrededor del Sol cada tres meses. Orbita a sólo 58 millones de kilómetros del Sol y eso hace que las temperaturas en el planeta sean extremas: de 420°C por el día, a -180°C por la noche. Los polos se mantienen siempre muy fríos. Si nos situásemos sobre Mercurio, el Sol nos parecería dos veces y media más grande. El cielo, sin embargo, lo veríamos siempre negro debido a que su atmósfera es muy tenue y no puede dispersar la luz. La atmósfera esta compuesta de potasio y sodio y trazas de otros elementos como hidrógeno y helio, muy probablemente estos últimos viniendo del sol.

 

Créditos. NASA

 

El primer sobrevuelo a Mercurio en 2008 por la sonda Messenger había sido muy esperado por los científicos planetarios, ya que solo el 45% la superficie fue fotografiada por la Mariner 10 y el resto solo se conocía a partir de ecos de radar. La superficie de Mercurio es semejante a la de la Luna. El paisaje está lleno de cráteres y grietas, en medio de marcas ocasionadas por los impactos de los meteoritos. La diferencia más obvia entre Mercurio y la Luna es que la Luna tiene regiones brillantes, rellenadas por las lavas basálticas que forman los mares lunares o maria. Mercurio no tiene nada similar.
Una de las características más interesantes del planeta es el campo magnético detectado por la Mariner 10. Algunos geólogos planetarios creen Mercurio posee un gran núcleo de hierro parcialmente líquido, que daría cuenta no solo del campo magnético, sino del 60% de la masa del planeta.
Quizás uno de los enigmas más interesantes sea la hipótesis de que Mercurio posee agua en sus polos. Al contrario que la Tierra, el eje de Mercurio es casi perpendicular a su órbita. En algunas zonas polares, el Sol nunca sale ni se pone, y están en sombra perpetua, a muy baja temperatura. A través de imágenes de radar realizadas desde Tierra, algunos de estos cráteres de Mercurio muestran una reflectividad mucho mayor que las áreas circundantes. En Marte y algunos satélites de Júpiter, esta gran reflectividad está asociada a depósitos de hielo de agua. ¿Es el caso de Mercurio? Si fuese así ¿cuál es el origen de esa agua? Quizás se trate de agua proveniente del interior de Mercurio que sale poco a poco a la superficie y se retiene allí durante grandes períodos de tiempo. También podrían venir de cometas que hayan impactado con Mercurio. O bien podría tratarse de otro material.

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