viernes, 23 de febrero de 2018

Los Telescopios del OAC estuvieron en Barrio Juniors

En un evento organizado por el centro vecinal de Barrio Juniors el proyecto ” Telescopio Itinerante” del OAC participó con tres telescopios.



Invitados por el Ministerio de Ciencia y Técnica en el marco de un convenio de cooperación firmado recientemente, un grupo de investigadores, ingenieros y estudiantes del Observatorio Astronómico de Córdoba y  del Instituto de Astronomía Teórica y Experimental, participaron del evento llevando 3 telescopios, mediante los cuales se pudo observar un hermoso cielo despejado.

El acontecimiento, pensado para toda la familia, se llevó a cabo el pasado Jueves 22 de Febrero, en la Plaza León Morra  de barrio de Juniors en el cual participaron cientos de vecinos.

En esta oportunidad a través de los telescopios ubicados estratégicamente los niños y adultos que se acercaron pudieron observar  diferentes cúmulos de estrellas globulares y nuestro satélite natural, la Luna, que se encontraba en su fase cuarto creciente.

Además las personas pudieron disfrutar de la charla para todo púbico brindada por el Lic. Pablo López titulada ” Un paseo por el Universo” que se desarrolló en el auditorio del Mincyt donde participaron más de 150 personas de todas las edades.

Todos los encuentros  en los que participa el proyecto del “Telescopio Itinerante” tienen como objetivo acercar la ciencia en general y la astronomía en particular a toda las personas interesadas en participar de estas actividades que se brindan de manera libre y gratuita.


¿Evidencia de una nueva Física en el Universo?

Las galaxias en el universo se alejan unas de otras, gracias a la expanción acelerada del Universo.  La tasa a la cual se expande el Universo se llama constante de Hubble y en la actualidad su valor ronda los 73 kilómetros por segundo por megapársecs. 

Recientemente, astrónomos han utilizado el Telescopio Espacial Hubble de la NASA para hacer las mediciones más precisas de la tasa de expansión del universo desde que se calculó por primera vez hace casi un siglo. Curiosamente, los resultados están forzando a los astrónomos a considerar que pueden estar en  evidencia de algo inesperado.

Eso es porque el último hallazgo de Hubble confirma una persistente discrepancia que muestra que el universo se expandirá más rápido ahora de lo que se esperaba. Los investigadores sugieren que puede haber nueva física para explicar la incoherencia.

 "La comunidad realmente está tratando de comprender el significado de esta discrepancia", dijo el investigador principal y Premio Nobel Adam Riess del Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial (STScI) y la Universidad Johns Hopkins, ambos en Baltimore, Maryland. 

El equipo de Riess, que incluye a Stefano Casertano, también de STScI y Johns Hopkins, ha utilizado el Hubble en los últimos seis años para refinar las mediciones de las distancias a las galaxias, usando sus estrellas como marcadores.

El nuevo estudio del equipo amplía la cantidad de estrellas analizadas a distancias hasta 10 veces más alejadas del espacio que los resultados previos de Hubble.

Créditos: NASA, ESA, A. Feild (STScI), and A. Riess (STScI/JHU)


Pero el valor de Riess refuerza la disparidad con el valor esperado derivado de las observaciones de la expansión del universo temprano, 378,000 años después del Big Bang: el evento violento que creó el universo aproximadamente hace 13.800 millones de años. Esas mediciones fueron hechas por el satélite Planck de la Agencia Espacial Europea, que mapea el fondo de microondas cósmico, una reliquia del Big Bang. La diferencia entre los dos valores es de alrededor del 9 por ciento. Las nuevas mediciones de Hubble ayudan a reducir la posibilidad de que la discrepancia en los valores sea una coincidencia de 1 en 5,000.

 El resultado de Planck predijo que el valor de la constante de Hubble ahora debería ser de 67 kilómetros por segundo por megaparsec (3,3 millones de años luz), y no podría ser superior a 69 kilómetros por segundo por megaparsec. Esto significa que por cada 3,3 millones de años luz que una galaxia está más lejos de nosotros, se está moviendo a 67 kilómetros por segundo más rápido. Pero el equipo de Riess midió un valor de 73 kilómetros por segundo por megaparsec, lo que indica que las galaxias se mueven a un ritmo más rápido que lo que implican las observaciones del universo temprano.

 Los datos de Hubble son tan precisos que los astrónomos no pueden descartar la brecha entre los dos resultados como errores en una única medida o método. "Ambos resultados se han probado de múltiples maneras, por lo que salvo una serie de errores no relacionados", explicó Riess, "es cada vez más probable que esto no sea un error sino una característica del universo".

Explicando la discrepancia

Riess delineó algunas posibles explicaciones para el desajuste, todo relacionado con el 95 por ciento del universo que está envuelto en la oscuridad. Una posibilidad es que la energía oscura, que ya se sabe que está acelerando el cosmos, puede alejar a las galaxias una de la otra con una fuerza incluso mayor o creciente. Esto significa que la aceleración misma puede no tener un valor constante en el universo, sino que cambia con el tiempo en el universo. Riess compartió un Premio Nobel por el descubrimiento de 1998 del universo en aceleración.Otra idea es que el universo contiene una nueva partícula subatómica que viaja cerca de la velocidad de la luz. Tales partículas rápidas se denominan colectivamente "radiación oscura" e incluyen partículas previamente conocidas como neutrinos, que se crean en reacciones nucleares y desintegraciones radiactivas. A diferencia de un neutrino normal, que interactúa por una fuerza subatómica, esta nueva partícula se vería afectada solo por la gravedad y recibe el nombre de "neutrino estéril".Otra posibilidad atractiva es que la materia oscura (una forma invisible de materia que no está formada por protones, neutrones y electrones) interactúa más fuertemente con la materia normal o la radiación de lo que se suponía anteriormente.Cualquiera de estos escenarios cambiaría los contenidos del universo temprano, dando lugar a inconsistencias en los modelos teóricos. Estas inconsistencias darían como resultado un valor incorrecto para la constante de Hubble, deducido de las observaciones del cosmos joven. Este valor estaría en desacuerdo con el número derivado de las observaciones de Hubble.Riess y sus colegas todavía no tienen ninguna respuesta a este problema, pero su equipo continuará trabajando para afinar la velocidad de expansión del universo. Hasta ahora, el equipo de Riess, llamado Supernova H0 para la Ecuación de Estado (SH0ES), ha reducido la incertidumbre al 2.3 por ciento. Antes de que se lanzara Hubble en 1990, las estimaciones de la constante de Hubble variaban en un factor de dos. Uno de los objetivos clave de Hubble fue ayudar a los astrónomos a reducir el valor de esta incertidumbre dentro de un error de solo el 10 por ciento. Desde 2005, el grupo ha estado en una búsqueda para refinar la precisión de la constante de Hubble a una precisión que permite una mejor comprensión del comportamiento del universo.

Fuente: NASA
+ info:
https://www.nasa.gov/feature/goddard/2018/improved-hubble-yardstick-gives-fresh-evidence-for-new-physics-in-the-universe

jueves, 22 de febrero de 2018

Logran, por primera vez, imágenes de una supernova en el momento de su explosión

Ha sido un golpe de suerte. Una simple casualidad, pero de esas que, de vez en cuando, hacen que la ciencia avance. La fortuna, esta vez, le sonrió al astrónomo amateur Victor Buso, un argentino que estaba probando su nueva cámara. Sin quererlo, y justo debajo de la galaxia que estaba fotografiando, apareció un brillante destello. Era el momento exacto en que estallaba una supernova, algo que hasta ahora no se había conseguido jamás. El hallazgo se publica hoy en Nature.

En las imágenes del fotógrafo, de incalculable valor científico, aparece la estrella justo antes, durante y después de su explosión.

Foto: V. B. y G. Folatelli


La supernova ya tiene nombre: SN 2016gkg, y su historia comenzó el 20 de septiembre de 2016 en Rosario (Argentina), donde Buso estaba probando la nueva cámara que acababa de montar en su telescopio de 16 pulgadas. El objetivo era la galaxia NGC 613, a unos 80 millones de años luz de la Tierra. 

Al examinar las imágenes, se dio cuenta de inmediato de un pequeño punto luminoso que empezó a brillar de repente, cerca del extremo de uno de los brazos espirales de la galaxia. El punto luminoso no se apreciaba en la primera tanda de fotografías.

Las posibilidades de que alguien consiga de esta forma captar una supernova en plena explosión son, según la astrónoma argentina Melina Bersten, del Instituto de Astrofísica de La Plata y de las primeras que examinó las fotos del aficionado, de una entre cien millones. En palabras de Filippenko, "es como ganar una lotería cósmica".

Sus fotografías y las tomadas por otras personas después de que lanzara la alerta fueron analizadas por investigadores del CONICET en el Instituto de Astrofísica de La Plata (IALP), el Instituto Argentino de Radioastronomía y la Universidad Nacional de Río Negro junto a expertos de Estados Unidos, Japón y el Reino Unido.

Los investigadores de CONICET Melina Bersten y Gastón Follatelli, que ejercen su profesión en la Facultad de Cs. Astronómicas y Geofísicas, señalaron que “gracias a este descubrimiento, por primera vez hemos podido contrastar las predicciones de nuestros modelos numéricos con datos reales. De esta manera, se constata que un abrillantamiento tan veloz como el observado es sólo compatible con el fenómeno que marca el nacimiento de la supernova. Se trata del momento exacto en que la onda expansiva de la explosión emerge de la superficie estelar, luego de recorrer supersónicamente el interior de la estrella.   
 

En ese instante se libera violentamente una enorme cantidad de luz, en una especie de flash espacial. Lo notable es que los modelos son capaces de explicar lo observado por Buso, al mismo tiempo que reproducen el resto de la evolución del brillo de la supernova, sin necesidad de modificar ninguna hipótesis. Este hecho otorga sustento a la interpretación física que proponemos”.  Folatelli agregó que las supernovas tienden a aparecer en zonas brillantes de los núcleos o brazos de las galaxias, donde hay más estrellas. "Teniendo en cuenta lo raras e imprevistas que son estas explosiones y las dificultades de observar desde una ciudad como Rosario, las chances de detectar a la supernova durante esta fase tan rápida son de una en diez a cien millones.

+ info en:
https://www.fcaglp.unlp.edu.ar/articulo/2018/2/21/investigadores_de_esta_facultad_lideran_un_trabajo_en_el_que_tuvo_decisiva_actuacion_un_aficionado_a_la_astronomia__es_publicado_hoy_en__nature_