martes, 21 de enero de 2014

¿Cómo se verá el Sol en su fase final de vida?





1 - Dentro de 1.200 millones de años, el Sol comenzará a cambiar. A medida que el hidrógeno en su núcleo se agota, el proceso de fusión se extiende hacia fuera, hacia la superficie. Esto hará que el Sol sea más brillante. Este aumento de la radiación tendrá un efecto devastador en nuestro planeta. La temperatura media de la superficie de la Tierra seelevará de 20° C a 75 ° C. Los océanos de la Tierra se evaporarán. El planeta se convertirá en un rígido desierto sin vida.

2 - Cuando se acerque a la edad de 8 mil millones de años, el Sol se quedará sin hidrógeno casi en su totalidad. El sol comenzará a utilizar helio para generar energía. Después de todos estos años, el núcleo del Sol se llenará de restos de helio. El helio se volverá inestable, ya que comienza a colapsar bajo su propio peso. El núcleo del Sol se volverá aún más denso y más caliente. Mientras esto sucede, el Sol se hinchará 1,5 veces su tamaño normal y será más del doble de brillante de lo que es ahora.

3 - Durante los siguientes 700 millones de años, no se volverá más brillante. Pero va a seguir creciendo en tamaño. Aumentará a más del doble de su tamaño actual. Al hacerlo, se enfriará un poco. Desde la superficie seca de la tierra, el Sol se verá como una enorme bola de color naranja que cuelga en el cielo brumoso. A la edad entre 11-12 mil millones de años el Sol habrá expulsado más de una cuarta parte de su masa. Con un Sol menos masivo para atraer los planetas, las órbitas van a cambiar. Venus se volverá tan distante como la Tierra es ahora, y la Tierra se moverá aún más lejos. Con el tiempo, el Sol se convertirá en una gigante roja. Llegará a ser 166 veces más grande que el Sol actual. Esto es casi tan grande como la órbita de la Tierra en la actualidad. Los planetas Mercurio y Venus serán devorados por las llamas de la estrella gigante. Las montañas de la Tierra se fundiran y fluiran como una melaza al rojo vivo en vastos mares de lava. Un Sol rojo hinchado llenará más de la mitad del cielo.

4 - Si bien esto explica la muerte de los planetas interiores, esto también traerá nueva vida a los mundos más distantes. Aquí vemos a los témpanos de hielo de Europa derritiendose bajo el calor de un Sol gigante ...

5 - ... y Plutón disfrutará de la luz y el calor de un Sol que es aún más importante en su cielo de lo que una vez lo fue en la Tierra.

6 - Cuando el Sol alcance su tamaño máximo, como una gigante roja, el núcleo de helio alcanzará una temperatura de 100 millones de grados. Esto es lo suficientemente caliente como para provocar la fusión del helio. Cuando esto sucede, los átomos de helio se trituran juntos, y una liberación de grandes cantidades de energía se produce en el proceso. Al principio parecerá como si el Sol se hubiese conseguido una nueva oportunidad de vida. Disminuye de tamaño, a pesar de que nunca conseguirá menos de diez veces su tamaño. Se iniciará un período que durará los próximos 110 millones años durante el cual habrá pocos cambios. Nuevos elementos se crean cuando se fusiona helio, como el carbono y el oxígeno. A medida que estos elementos se acumulan en el núcleo del Sol, nuevas reacciones se realizan Una vez más el Sol duplicará su tamaño. Por último, el núcleo se quedará sin helio. El carbono y el oxígeno se derrumbarán, pero no será suficiente para comienzar nuevas fusiones. Sin combustible, el Sol se acercará al principio del fin. Crecerá hasta alcanzar un tamaño enorme mientras que los últimos coletazos del helio e hidrógeno son lanzadas al espacio. Llegará a ser 180 veces más grande que el Sol que conocemos y miles de veces más brillante. Enormes cantidades de su materia serán arrojadas al espacio, hasta que se pierda cerca de la mitad de su masa. La pérdida de masa hará que los planetas Venus y la Tierra - ahora poco más que carbones quemados - se muevan incluso más lejos.

7 - La fina capa de helio restante que rodea el núcleo de carbono y oxígeno se volverá inestable. El Sol comenzará a latir con violencia, como la luz en la parte superior de un coche de policía. Cada vez que pulse, perderá más masa. Un impulso final soplará la superficie externa del Sol. Todo lo que queda es el núcleo desnudo. Esta será una esfera del tamaño de la Tierra actual. 

8 -Esta estrella será muy caliente, pero es sólo el calor residual - nada va a reemplazarlo, ya que se pierde. Es como una brasa caliente en una parrilla, se enfriará lentamente hasta que finalmente se convierta en una ceniza fría. Esta última imagen muestra a la estrella enana blanca que alguna vez fue nuestro sol, vista desde el pedazo de carbón quemado que es nuestro planeta.

Fuente: http://io9.com/what-the-death-of-the-sun-will-look-like-471796727

martes, 14 de enero de 2014

Primera Luz del Perrine


A fines del año 2012, en la cúpula secundaria se llevaron adelante importantes modificaciones para posibilitar el montaje del telescopio Perrine de 76 cm de abertura. Este fue desiñado por el director Observatorio Nacional Argentino, Dr.  Charles D. Perrine. El instrumento se fabricó en los talleres del Observatorio, parabolizando el espejo esférico destinado a la verificación del plano de 90 cm empleado a su vez para verificar el telescopio de 1,5 m. Se terminó en 1918 y fue empleado en Córdoba para realizar cientos de fotografías de objetos “nebulosos” y espectros de hasta 105 horas. Cuando asume la dirección del Observatorio el Dr. Enrique Gaviola,  refigura el espejo y lo adapta para una configuración Cassegrain, pero no lo emplea.

En la década de los ’70 se diseña y fabrica, también en el Observatorio, un nuevo tubo para el telescopio. Se lo instala en Estación de Altura del Observatorio Astronómico Félix Aguilar (OAFA) ubicada en El Leoncito en la provincia de San Juan aprovechando una montura y una cúpula existentes. El telescopio, bautizado “Perrine”, continuó produciendo durante muchos años. Luego de varios años de inactividad del Telescopio Perrine, a partir de gestiones realizadas entre las autoridades de los Observatorios de Córdoba y el OAFA - que duraron apenas un mes -, viajaron a San Juan A. Casagrande y E. Pizarro, quienes lo desarmaron y prepararon para su retorno a Córdoba (García Lambas, 2011). Finalmente, luego de más de tres décadas, el viernes 18 de noviembre de 2011 el telescopio se encontró nuevamente en la sede del observatorio.

A casi 100 años de su construcción (su espejo) y luego de más de tres décadas de estar en San Juan, “el Perrine” se instaló en el lugar para el cual estaba destinado: la Estación Astrofísica de Bosque Alegre.




Y en la noche del 13 de Enero de 2014, el Telescopio de 76 cm, C.D. Perrine, en su nueva configuración focal, Foco Newtoniano, se instaló en la cúpula mediana de Bosque Alegre, y tuvo su ¨Primera luz¨.
Una imagen estelar sirvió para verificar distancia plano focal definido en el proyecto (115 mm desde la placa de apoyo al tubo estructural). Luego se obtuvo imagen de Júpiter con sus satélites, y finalmente la luna, que corroboró el campo máximo de diseño ( 1 grado), aproximadamente dos lunas.

Ahora le deseamos suerte al telescopio para que siga llenándonos de la luz capturada de nuestro Universo.


Fuente:  http://historiadelaastronomia.wordpress.com/



martes, 7 de enero de 2014

Midiendo el tiempo

Definir el tiempo en astronomía es una tarea complicada. Y vaya si a los estudiantes que cursan las primeras materias de astronomía en la carrera, les cuesta. Vamos a tratar de explicarlo de una manera simple. 

El tiempo es una magnitud física con la que medimos la duración o separación de acontecimientos, sujetos a cambio, de los sistemas sujetos a observación; esto es, el período que transcurre entre el estado del sistema cuando éste presentaba un estado X y el instante en el que X registra una variación perceptible para un observador (o aparato de medida).


 Esfera celeste, el observador parado sobre el horizonte del lugar, y el cenit en el punto más alto de su meridioano. 

En astronomía usamos al Sol y a las estrellas como puntos a partir de los cuales medimos el tiempo. Así definimos el tiempo solar, el cual es una medida del tiempo fundamentada en el movimiento aparente del Sol sobre el horizonte del lugar.Toma como origen el instante en el cual el Sol pasa por el meridiano, que es su punto más alto en el cielo, denominado mediodía. A partir de este instante se van contando las horas en intervalos de 24 partes hasta que completan el ciclo diurno o día solar. Sin embargo, el Sol no tiene un movimiento regular a lo largo del año, y por esta razón el tiempo solar se divide en dos categorías:

  • El tiempo solar verdadero está basado en el día solar verdadero, el cual es el intervalo entre dos regresos sucesivos del Sol al meridiano. Puede ser medido con un reloj de sol, y se corresponde con el amanecer, el mediodía o el anochecer: se basa en lo que es posible observar de manera directa.
  • El tiempo solar medio está basado en un sol ficticio que viaja a una velocidad constante a lo largo del año, y es la base para definir el día solar medio. Si al tiempo solar medio le sumamos 12 horas, tendremos lo que en astronomía se llama tiempo civil. El tiempo civil en Greenwich se conoce como tiempo universal (UT ó TU). 

La duración de un día solar verdadero varía a lo largo del año. Esto se debe a que la órbita terrestre es una elipse, de acuerdo a las leyes de Kepler, con lo cual la Tierra en su movimiento de traslación se mueve más veloz cuando se acerca al Sol y más despacio cuando se aleja de él. Así, el día solar más corto es el 15 de septiembre, mientras que el día solar más largo es el 22 de diciembre. Una forma de mejorar este asunto es mirar las estrellas. Y es lo que se denomina tiempo sidéreo.

En realidad, usamos un punto ficticio sobre la órbita terrestre, llamado punto Aries o vernal, el cual corresponde al equinoccio de marzo, entonces es el tiempo medido por el movimiento diurno aparente del equinoccio vernal, que se aproxima, aunque sin ser idéntico, al movimiento de las estrellas. El punto Aries no es un punto fijo, se mueve sobre la esfera celeste sometido principalmente al movimiento de precesión de los equinoccios y en menor medida al movimiento de nutación. Si consideramos sólo el movimiento de precesión hablaremos del equinoccio medio. Esto es lo que lo diferencia de las estrellas. En otra oportunidad le hablaremos de la preseción del punto vernal. Volviendo al tiempo, cuando el equinoccio vernal culmina en el meridiano local, el tiempo sidéreo local es 00.00.

Imagen: José Senovilla


Y sí, el tiempo sidéreo es distinto al tiempo solar, en realidad es más corto. Durante el transcurso de un día, la Tierra se habrá movido un poco a lo largo de su órbita alrededor del Sol, por lo que debe girar una pequeña distancia angular extra antes de que el Sol alcance su punto más alto. En cambio las estrellas están tan alejadas que el movimiento de la Tierra a lo largo de su órbita genera una diferencia apenas apreciable con respecto a su dirección aparente, por lo que vuelven a su punto más alto en algo menos de 24 h o día solar. Un día sidéreo medio ocupa alrededor de 23 h y 56 min (es casi 4 minutos más corto que el día solar). Entonces... ¿en cuánto tiempo da vuelta la Tierra sobre si misma? 24 horas, claro... pero solares o sidéreas? ... son ¡sidéreas!

En la mayoría de los casos, cuando les contamos que va a suceder un evento astronómico, les hablamos en GMT o UT. El tiempo medio de Greenwich o GMT (Greenwich Mean Time) es un estándar de tiempo que originalmente se refería al tiempo solar medio en el Real Observatorio de Greenwich, en Greenwich, cerca de Londres, Inglaterra, que en 1884 fue elegido por la Conferencia Internacional del Meridiano como el primer meridiano.

Antes de la introducción del Tiempo Universal Coordinado (UTC) el 1 de enero 1972, el tiempo medio de Greenwich (también conocido como Hora Zulu) era la misma que la hora universal (UT), que es un concepto estándar astronómico que se utiliza en muchos campos técnicos. Los astrónomos ya no utilizan el término "Greenwich Mean Time". En el Reino Unido, GMT es el tiempo oficial sólo durante el invierno; en verano se utiliza el horario de verano. Para ver en tu país la hora con respecto al GMT: http://wwp.greenwichmeantime.com/

lunes, 6 de enero de 2014

Mi hermana, la loca

En un país en el que la astronomía no es un tema obligatorio en el programa escolar (salvo en Córdoba desde hace 2 años), si decís que sos astrónom@, el 70% de las veces escuchás como respuesta un signo zodiacal. La astronomía y la astrología no son la misma cosa. Muchos divulgadores de la ciencia ya han explicado este tema mucho mejor de lo que nosotros podemos llegar a hacerlo. De todas maneras, nos pareció que podríamos intentar plantear nuestro punto de vista. Como con todas nuestras publicaciones, sólo intentamos alentar a que ustedes mismos investiguen y formulen sus propias conclusiones. 

Fuente imagen:
http://orbitaenmimundo.blogspot.com.ar/

Podemos pensar que hace más de 3 mil años la astronomía y la astrología eran hermanas. En la antigüedad (y hasta los descubrimientos de Kepler), los astrónomos eran también astrólogos, además de investigar los cuerpos celestes eran capaces de predecir cuándo era conveniente sembrar o cosechar, cuándo las mareas eran propicias para la pesca o la navegación, y otros fenómenos de la naturaleza. 

Aquí vale hacer un paréntesis. La predicción es una de las herramientas más atractivas que tiene la astronomía. ¿No les parece fantástico que por ejemplo les digamos “mañana a las 9 de la noche salgan a mirar la luna y verán como oculta a Júpiter” o “la estación espacial va a pasar sobre tu cabeza a las 7:31 durante 4:25 minutos” o ”el 20 de marzo a las 12am el Sol no producirá sombra en un punto en el ecuador” o “ el cometa Halley volverá a pasar en el 2062”? Para mí es fabuloso. Pero no es magia. La astronomía es una ciencia que se basa en la matemática y las leyes de la física. Conociendo las leyes que rigen los movimientos e interacciones, podemos predecir eventos futuros. Y pasados. Y en la actualidad, un simple programita de computadora nos permite predecir con muchísima precisión, y sin necesidad de demasiado conocimiento, las posiciones de los objetos en el cielo, la ocurrencia de eclipses, el movimiento de satélites artificiales, etc. 

Pero volvamos a la astrología, o a lo que hoy en día relacionamos con astrología. En el imaginario de los babilonios, en el siglo VI a.C. durante el reinado de Nabucodonosor II, surgió el Zodíaco (división de una franja del cielo en 12 partes iguales) que luego fue adoptado por la cultura griega dándole los nombres actuales. Una constelación es una figura imaginaria que se traza en el cielo uniendo estrellas para formar imágenes que reconocemos de nuestra vida cotidiana. Habrán notado que en el zodíaco no aparece el ñandú o la llama. Por supuesto, porque las constelaciones que conocemos como el zodíaco fueron imaginadas por los griegos que no veían ñandúes, llamas ni elefantes en su vida cotidiana. Otras culturas, como la china imaginaron ratas, dragones o serpientes; los mocovíes veían ñandúes, yacarés y árboles de algarrobo. Pero no son esas las constelaciones que heredamos en nuestra cultura actual, sino las griegas. Las estrellas que conforman una constelación no están ligadas entre ellas, en realidad se encuentran separadas por cientos o miles de años luz, y sólo por un efecto de proyección (y un efecto psicológico llamado pareidolia) nos parece que formaran figuras en el cielo.

Pensemos por un momento en la concepción del universo que se tenía en la antigüedad: La tierra era el centro de todo, el sol y los otros astros giraban alrededor de la Tierra, y lo que era conocido como el universo no podía ser demasiado grande. ¿Cómo no iba a influir en la Tierra cualquier cosa que sucediera en ese pequeño universo en el que éramos su centro? Así, la relación entre la fecha de nacimiento y la ubicación del Sol con respecto a las estrellas de fondo parecía relevante, así nace el horóscopo. 

Pero hoy sabemos que no, no somos el centro del Universo. Sabemos que la Tierra y los otros planetas giran alrededor del Sol, y que el Sol es sólo una estrella más que se mueve entre millones de estrellas (que también se mueven) de nuestra galaxia, y que las distancias entre estrellas es grandísima, y que nuestra galaxia es sólo una más entre los millones de galaxias. ¿Qué efecto esperamos que ejerza sobre nosotros (¿en nuestra personalidad, nuestra suerte o nuestro destino?) que desde la Tierra nos parezca que el día que naciste “el Sol transitaba sobre un conjunto de estrellas” (que ni siquiera están próximas ni al Sol ni entre ellas) a las que imaginariamente asociamos que conforman un escorpión o un pez o lo que alguien imaginó hace miles de años? ¿o que los planetas en sus respectivas órbitas estén en uno u otro lugar respecto de la Tierra?

Supongamos por un momento que el conocimiento del lugar en el que vivimos y el lugar que ocupamos en el universo no es razón suficiente para que dejes de preguntarme cuál es mi signo del zodíaco. OK. Entonces yo te pregunto: ¿cuál es tu signo del zodíaco? ¿estás seguro que el día que naciste el Sol “transitaba” sobre el León?... 

En Astronomía se conoce como punto vernal o equinoccio de marzo a la posición en la órbita terrestre en la que los rayos del Sol caen perpendiculares al eje de rotación de la Tierra. El día en el que eso sucede varía año a año, pero ocurre alrededor del 21 de marzo. La Tierra además de girar sobre su eje y trasladarse alrededor del Sol tiene otro movimiento llamado precesión, debido al cual la orientación del eje terrestre varía (hace el movimiento de un trompo). En alrededor de 26mil años el eje terrestre realiza una vuelta de trompo completa. Ese movimiento hace que la posición en el espacio en el que ocurre el equinoccio vaya variando. El punto vernal también es llamado primer punto de Aries. Eso se debe a que hace unos 3mil años en el equinoccio el Sol “transitaba” por Aries. ¿Tienen idea hoy en día en qué constelación vemos al Sol cuando se produce el equinoccio de marzo? En Piscis. Recién llega a los límites de Aries alrededor del 20 de abril. Y así, con cada uno de los meses siguientes, en este momento el Sol está atrasado todo un signo, y seguirá cambiando. Ah, bueno, sólo alcanza con movernos un lugar en el horóscopo!!! ¿Será? ¿Saben sobre qué constelación veremos al Sol entre el 30 de noviembre y el 18 de diciembre? … No… piensen de nuevo… no, tampoco!… estará sobre una constelación llamada Ofiuco, que no pertenece a una de las 12 del Zodíaco!!!! 

Entonces, te vuelvo a preguntar: ¿de qué signo sos? 

Les compartimos un video en el cual Carl Sagan nos habla de la astrología. 

jueves, 2 de enero de 2014

Y este mes en el cielo....

Les contamos en los videos siguientes qué se verá en el cielo de Enero de 2014. 

Hemisferio Sur


Hemisferio Norte