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lunes, 16 de octubre de 2017

Espiando ondas gravitacionales


Tres detectores de ondas gravitacionales, dos pertenecientes al proyecto LIGO, en Estados Unidos, y un tercero ubicado en Italia, identificaron una señal procedente de la galaxia elíptica NGC 4993. Más de 60 telescopios terrestres y satelitales centraron su mirada sobre esa galaxia y lograron captar el destello que produjo la colisión de dos estrellas de neutrones. Hasta el presente, nunca se había podido registrar este tipo de eventos cósmicos. La Estación Astrofísica de Bosque Alegre también participó en el descubrimiento.

Imagen obtenida por la Colaboración TOROS de la Kilonova denominada CLT17ck. Obtenida con el telescopio T80S ubicado en Cerro Tololo Chile

Apenas unos días después de recibir el Premio Nobel de Física por la detección de ondas gravitacionales, el observatorio LIGO anuncia un nuevo evento, esta vez se trata de ondas producidas por la colisión de dos estrellas de neutrones, un hito mayor en la astrofísica.

Sucedió el 17 de agosto cuando los detectores gemelos de ondas gravitacionales en Livingston (Louisiana, EEUU) y en Hanford (Washington, EEUU) junto con el detector de similares características técnicas VIRGO, ubicado en Cascina (Italia) recibieron una señal mucho más potente que la anterior y de mayor duración, a la que denominaron GW170817

Los tres detectores triangularon la señal proveniente del Universo y delimitaron la región de proveniencia de la onda, dando así la alarma para que el resto de los telescopios y satélites del mundo observaran en aquella dirección en diferentes bandas del espectro electromagnético.

Regiones del Universo hacia los que apuntaron los telescopios una vez detectada la onda gravitacional. Se puede apreciar que para GW170817)se buscó en un área mucho menor que en los anteriores eventos


Los datos provistos por LIGO indicaban que la señal detectada era producida por dos objetos astrofísicos ubicados a una distancia cercana de 130 millones de años luz de la Tierra. Luego de 11 horas de búsqueda, telescopios terrestres pudieron resolver que la señal provenía de la galaxia elíptica NGC 4993, lo que llevó a su observación por más de 60 telescopios en la tierra y el espacio.

“Este descubrimiento marca un hito en la historia de la astronomía ya que es el primer evento cósmico observado tanto por su emisión de ondas gravitacionales como por la luz asociada al mismo” relata Mario Díaz, miembro de LIGO.

A diferencia de 2015, cuando las primeras ondas gravitacionales detectadas habían sido originadas por la colisión de dos agujeros negros –que no emiten luz visible, ni en ninguna otra longitud de onda–, en esta oportunidad el fenómeno puedo ser observado a través de ondas electromagnéticas resultantes del encuentro de dos estrellas de neutrones.

Las estrellas de neutrones son las más pequeñas y densas que se conocen y se originan a partir de la explosión de estrellas masivas, llamadas supernovas. Las estrellas que chocaron hace 130 millones de años provocando la onda formaban un sistema binario donde a lo largo del tiempo sus órbitas se fueron acercando lentamente hasta que se fusionaron, provocando así la emisión de ondas gravitacionales que, en esta ocasión, tuvo una duración percibida por LIGO de 100 segundos y estuvo acompañada de un gran brillo que pudo ser observado desde la Tierra durante dos días.

Representación artística de un sistema binario de estrellas de neutrones. Créditos: NASA


TOROS: persiguiendo la señal

A horas de haber recibido la alarma , los telescopios del mundo apuntaban en la dirección de la señal detectada. La colaboración TOROS con dos telescopios, el T80S ubicado en Cerro Tololo Chile y el Telescopio de la Estación Astrofísica de Bosque Alegre del Observatorio Astronómico de Córdoba, hicieron lo propio y pudieron tomar imágenes del singular evento cósmico, pero no todo fue tan sencillo; las condiciones climáticas y las pocas horas de oscuridad para observar el fenómeno hicieron transpirar a los astrónomos.

TOROS es una colaboración dirigida por tres científicos Argentinos, Diego García Lambas, Mario Díaz y Lucas Macri, pertenecientes respectivamente a la Universidad Nacional de Córdoba – CONICET, a la Universidad de Texas del Valle del Río Grande y a la Universidad de Texas A&M. La colaboración además incluye decenas de técnicos y científicos pertenecientes a estas instituciones.

“Pudimos observar el brillo con el telescopio de Chile con el cual tenemos convenio” cuenta Macri y agrega “pero eso sucedió la primer noche, luego se nubló y para la segunda noche logramos utilizar el de Córdoba. Fue una suerte que no estuviera nublado, sino nuestra publicación no hubiera quedado tan bonita”, bromea el investigador.

La primera imagen tomada desde Chile muestra la estrella en su máximo brillo, mientras que la de Bosque Alegre muestra cómo se va apagando ese brillo producido por el choque de las estrellas de neutrones.

Imagen obtenida por la Colaboración TOROS de la Kilonova denominada CLT17ck. Obtenida con el telescopio de la Estación Astrofísica de Bosque Alegre. Córdoba. Argentina


El proyecto TOROS comenzó a funcionar a mediados del año 2009 mediante un convenio entre estas instituciones, y tiene por objetivo instalar un telescopio propio en el Centro Astronómico Macón (CAM), ubicado en la Puna Salteña.


“Se viene trabajando hace tiempo en la instalación de Toros en el CAM –agrega García Lambas–.Es un proyecto ambicioso, pero que se hace con mucho esfuerzo. La cúpula y el telescopio fueron adquiridos desde la Universidad de Texas y están en proceso de ser enviadas a Tolar Grande, el pueblo más cercano al CAM.”

De acuerdo a García Lambas, titular de Instituto de Astronomía Teórica y Experimental (UNC-Conicet), contar con instalaciones propias le permitiría a TOROS observar todo el tiempo que fuese necesario este tipo de eventos y continuar aportes fundamentales en el avance del conocimiento astronómico.

Somos polvo de estrellas

Estas observaciones proporcionaron a los investigadores una oportunidad sin precedente para poder entender más sobre la colisión de dos estrellas de neutrones, ya que las observaciones llevadas a cabo en varios observatorios, revelan señales de material recientemente sintetizado como oro o platino que resuelve después de décadas el misterio de dónde provienen los elementos más pesados que el hierro.

“Esto significa que estos elementos que encontramos en la tierra llegaron acá durante la misma formación del Sistema Solar, debido al choque de dos estrellas” explica Lucas Macri.
Otro de los misterios develados con esta observación fue lo que se llama estallido breve de rayos gama (GRB por sus siglas en inglés). Durante décadas se había sospechado que estos estallidos se producen durante la fusión de estrellas de neutrones pero hasta el momento no se habían podido comprobar, a raíz de la observación reciente se pudo detectar este fenómeno con el telescopio espacial Fermi, impulsando a los investigadores a trabajar en esta reciente área de la astrofísica que involucra los los eventos electromagnéticos más poderosos que se han observado.

Los resultados de LIGO-VIRGO han sido publicados en la revista Physical Review Letters. Otros documentos de las colaboraciones por parte de la comunidad astronómica han sido presentados o aceptados para ser publicados en diversas publicaciones científicas.

El Análisis y colaboración realizadas por TOROS ya ha sido publicado e en la revista Astrophysical Journal Letters.

nvestigadores principales del paper de colaboración TOROS. Izquierda a derecha. Lucas Macri, Mario Díaz y Diego García Lambas

viernes, 29 de julio de 2016

Estudiarán la basura espacial y los asteroides desde Salta

Se ubicará un observatorio de al menos cuatro telescopios en el cerro Macón, a 4650 metros de altura, para vigilar la basura espacial y los objetos potencialmente peligrosos contra la Tierra, como los asteroides. Comenzará a funcionar a partir de 2017. 

Cúpula de ISON que ya arribó a Argentina. Serán tres en total.
Estos centinelas estarán ubicados en un sitio que es ideal para el desarrollo de la astronomía. Funcionarán de manera automática y cambiarán rápidamente su direccionamiento para seguir a los objetos que se desplacen por el cielo. De esta manera, Argentina se incorporará al proyecto International Scientific Optical Network (ISON) y podrá acceder a los datos ofrecidos por toda la red de telescopios dispuestos en distintas partes del mundo.
El coordinador de este proyecto por parte la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), Stanislav Makarchuk, comentó a la Agencia CTyS-UNLaM que “el proyecto ISON es financiado por la Academia de Ciencias de Rusia, en tanto que, para la ubicación del Observatorio en Argentina, además de la CONAE, participa el CONICET, el Instituto de Astronomía Teórica y Experimental de la Universidad de Córdoba (IATE) y la provincia de Salta”.
“Cuando culmine la temporada de invierno, iremos al cerro Macón para dejar todo listo para la instalación de los dos primeros telescopios de ISON”, contó el director del Observatorio Astronómico de Córdoba, Diego García Lambas. Y adelantó: “Si todo se da según prevemos, ambos comenzarán a funcionar en abril de 2017 y, ese mismo año, estaríamos ubicando otros dos telescopios más”.
Ya ha llegado una cúpula desde Rusia, que ahora está ubicada en el pueblo salteño de Tolar Grande. “Debemos realizar unas obras en el sitio y definir la provisión eléctrica antes de trasladarla al Macón”, especificó García Lambas.
Una vez que el observatorio comience a funcionar, Argentina quedará incorporada a la red global para el seguimiento de asteroides y el monitoreo de la chatarra espacial. Stanislav Makarchuk aseveró que “es muy importante el monitoreo de la basura espacial, porque el país pondrá más satélites en órbita en los años futuros, y, por el hecho de alojar este observatorio en Salta, podremos acceder a la base de datos globales de ISON que se recopilan desde distintas partes del mundo”.

El observatorio quedará ubicado en un sitio que es extraordinario para el desarrollo de la astronomía, por poseer una calidad excelente del cielo que permitirá detectar con mayor precisión todos los objetos ubicados a distintas órbitas.

Sitio donde se ubicará el observatorio de ISON.
Tan buena es la calidad de este sitio que allí, en pocos meses, comenzarán a funcionar dos proyectos astronómicos internacionales más: ABRAS y TOROS. Además, también en la provincia de Salta, en proximidades a San Antonio de los Cobres, se establecerá la primera antena del proyecto internacional LLAMA, el cual permitirá mejorar la calidad de las investigaciones en radioastronomía a nivel mundial.


La ubicación y el tamaño de los telescopios

El observatorio de ISON quedará ubicado a 177 metros de donde ya está edificada la torre y la cúpula del proyecto ABRAS. Cuando el observatorio esté finalizado, en total, quedarán asentadas tres cúpulas sobre una platea de cemento, las cuales estarán alineadas y separadas a unos cuatro metros de distancia entre sí.

En una de las cúpulas, irá un telescopio binocular y, en las otras dos, irán telescopios de un solo tubo (ver galería de imágenes). “Los telescopios tendrán distintos tamaños y distintos objetivos”, indicó García Lambas.
Los más pequeños -de 25 centímetros de diámetro- estarán destinados a estudiar objetos que se desplazan a gran velocidad, como lo es la basura espacial; en tanto, los telescopios más grandes -de 60 centímetros de diámetro- estudiarán objetos con un desplazamiento aparentemente no tan veloz, como son los asteroides cercanos a la Tierra.
La Academia de Ciencias de Rusia financiará el costo de los telescopios y demás instrumentos, en tanto que Argentina cubrirá los gastos de infraestructura.
“Al tener tres proyectos astronómicos en el sitio, se abarata la logística de instalación, porque se hará un parque de energía solar y la mayor parte del gasto será común, más allá de que ABRAS, TOROS e ISON tendrán sus propios paneles solares y su propio instrumental para la provisión de energía”, agregó el director del OAC.


Dificultad para determinar la órbita de la chatarra espacial

La basura espacial tiene un movimiento aparentemente muy rápido en el cielo, por lo cual se precisa de telescopios que lo detecten con rapidez y puedan girar con velocidad para seguirlos. “Esta condición de poder moverse con rapidez lo tienen, sobre todo, los telescopios más pequeños, por lo cual son considerados técnicamente de montura rápida”, explicó Lambas.

En general, lo que hacen los telescopios es seguir la rotación de la Tierra. Pero no es tan sencillo determinar la órbita de estos desechos que han quedado en el espacio, porque los objetos son detectados cuando se refleja en ellos un brillo que puede ser muy variable según la posición que tenga el objeto respecto a la fuente de luz.
“Como puede haber grandes variaciones en el brillo, los telescopios deben tratar de captar la mayor parte de tiempo al objeto para poder calcular su órbita”, relató el astrónomo del OAC. Este observatorio vigilará una porción de cielo bastante amplia, al cubrir gran parte del territorio argentino y de varios países limítrofes.



Fuente: Agencia CTyS-UNLaM

miércoles, 16 de marzo de 2016

MeSsI descubre Cúmulos de Galaxias en interacción

Astrónomos del Observatorio Astronómico de Córdoba realizaron un catalogo de cúmulos  de galaxias en interacción gracias al desarrollo de un código computacional al que llamaron MeSsI por sus siglas en inglés (Mergging Systems Identification algorithm) y está dedicado al astro del fútbol Lionel Messi.

Martín De los Ríos, uno de los autores del trabajo.
Los cúmulos de galaxias son conjuntos de galaxias unidas gracias a la fuerza de la gravedad y son los objetos más masivos en el Universo que presentan un equilibrio dinámico. Estos pueden llegar a tener un tamaño de varios Megapársecs (1 Megapársec son aproximadamente 3 millones de años luz). Como sabemos las galaxias, a su vez, son conjuntos de estrellas, planetas, asteroides, polvo y gas que  también están unidos gravitacionalmente; pero contrario a lo que muchos pueden suponer, los estudios demuestran que las galaxias y el gas intra-cúmulo solo representan una pequeña porción de la masa de los cúmulos de galaxias. La mayor parte de la masa de estos sistemas es invisible y solo se puede inferir su presencia gracias a fenómenos gravitacionales. Esto es lo que se conoce como materia oscura y entender su naturaleza representa uno de los mayores desafíos para la física moderna.

Debido a que el Universo está en constante evolución, se pueden encontrar algunos cúmulos que están en proceso de fusión, mecanismo que dará lugar a estructuras aun mayores. Estos procesos representan uno de los eventos más violentos en la historia del Universo y gracias a las altas densidades de materia oscura que presentan dichos cúmulos, estos objetos son el lugar ideal para estudiar las propiedades de este tipo de materia.

Créditos: X-ray: NASA/CXC/CfA/ M.Markevitch et al.; 
Lensing Map: NASA/STScI; ESO WFI; Magellan/U.Arizona/ D.Clowe et al. 
Optical: NASA/STScI; Magellan/U.Arizona/D.Clowe et al.


En los últimos años, diferentes grupos alrededor del mundo se dedicaron a buscar cúmulos en interacción mediante variadas técnicas. En este marco, científicos del Observatorio Astronómico de Córdoba, desarrollaron un código computacional que puede determinar de manera automática si un cúmulo está o no en un proceso de fusión.

Este algoritmo, bautizado como MeSsI según sus siglas en ingles (Merging Systems Identification algorithm), explota al máximo las técnicas más avanzadas de aprendizaje automático (machine learning), un paradigma en el cual primero se enseña a la computadora a clasificar un determinado problema mediante el análisis de datos conocidos (en este caso cúmulos que se sabe que están en un proceso de fusión), para luego poder estudiar y clasificar datos desconocidos (en este caso cúmulos que no se conoce si están en interacción o no).

Para este trabajo se utilizaron datos de simulaciones cosmológicas, con los cuales se pudo estudiar la historia evolutiva de los cúmulos de galaxias, permitiendo la identificación de aquellos objetos que estén atravesando un proceso de interacción. De esta manera, se logro armar una muestra de entrenamiento para testear el funcionamiento de tres algoritmos de aprendizaje automático denominados: Support Vector Machine, Random Forest y Logistic Regretion.

Cuantificando los errores cometidos por cada clasificador, se logró determinar que el mejor algoritmo para analizar esta clase de objetos es el Random Forest, debido a que se obtuvieron muestras con solo un 10% de contaminación, esto quiere decir que de 10 cúmulos clasificados como interactuantes solo 1 no correspondía a dicha categoría.

Además de determinar el estado dinámico de los cúmulos, los investigadores  implementaron una técnica de agrupamiento de objetos (clustering) conocida como mixtura de gaussianas. Esto permitió determinar las galaxias pertenecientes a cada una de las subestructuras que se están fusionando y así poder calcular diferentes propiedades de las mismas, como ser la masa y la dispersión de velocidades.

Este nuevo método permitió identificar 61 cúmulos que están sufriendo un proceso de fusión, de los cuales 21 habían sido previamente reportados por otros autores. Actualmente se están analizando los nuevos cúmulos encontrados con el objetivo de estudiar estadísticamente las propiedades de la materia oscura.

La importancia de catalogar los cúmulos según su estado dinámico (es decir si se están fusionando o no) reside en que los procesos de interacción pueden alterar significativamente las propiedades de todas las componentes de un cúmulo, en particular, es posible analizar las características que tendría la hipotética partícula que compondría la materia oscura.

"Decidimos dedicarle nuestro trabajo a Messi debido a la profunda admiración que tenemos por él, además Cristiano Ronaldo ya tenía una galaxia bautizada en su honor y Lio no podía ser menos." manifestó Martín de los Ríos, integrante del grupo que lleva adelante la investigación.

Como parte complementaria del artículo aceptado para ser publicado en la revista  MNRAS (Monthly Notices of the Royal Astronomical Society) se creó una página web (para ingresar a la página haga clich Aquí) en la cual se puede acceder a todas las herramientas presentadas en dicho artículo, lo que permitirá que otros astrónomos puedan analizar el estado dinámico de los cúmulos

La publicación original puede verse en la página de Oxford University Press.

lunes, 1 de febrero de 2016

El agujero negro que nunca fue

Recientes investigaciones muestran que a los agujeros negros supermasivos les gusta ser los únicos residentes en la cuadra, ya que las estrellas que se encuentran demasiado cerca terminan siendo expulsadas a grandes distancias del centro de la galaxia, provocando que las vecindades de los agujeros negros se vuelvan oscuras. Durante décadas, los astrónomos han estado buscando estas regiones oscuras en los centros de las galaxias, característica que se conoce como Déficit de Luz, consecuencia de falta de estrellas en sus regiones vecinas.
Los investigadores Juan Madrid de Gemini y Carlos Donzelli del Observatorio Astronómico de Córdoba, observaron con el espectrógrafo multi objeto de Gemini sur (GMOS), la galaxia más brillante del cúmulo de Abell 85 ( Holm 15). Este cumulo de galaxias se encuentra a unos 235 megaparsecs de nuestra galaxia, lo que corresponde a mas de 700 millones de años luz, y Holm 15 es la galaxia más brillante de este conjunto de galaxias.
El objetivo principal de la observación fue verificar las observaciones previas que determinaban que esta galaxia tenía uno de los agujeros negros más supermasivos que se haya descubierto hasta ahora en el núcleo de una galaxia.
En tan sólo 7 minutos de observación los investigadores refutaron la teoría previa, ya que los datos en alta resolución obtenidos ( con el espectrógrafo multi objeto de Gemini sur ) no muestran un déficit de luz en la región nuclear. Por el contrario, los datos de Gemini muestran que la región nuclear de esta galaxia tiene un exceso de luz que es incompatible con la teoría de que posee un agujero negro supermasivo.

Resumen del artículo

 

Centro del cúmulo de galaxias Abell 85. Es la galaxia más brillante ubicada en el medio del cúmulo. Se pensaba que existía un agujero negro supermasivo basado en datos de menor resolución obtenidos previamente.

 

Se obtuvieron, con el espectrógrafo multi objeto de Gemini sur (GMOS), nuevas imágenes de alta resolución en la banda r de la galaxia más brillante del cúmulo (BCG) Abell 85 (Holm 15). Los datos fueron obtenidos con el propósito de derivar un perfil de brillo superficial preciso de esta galaxia, en particular en su región central. Los nuevos datos Gemini muestran clara evidencia de emisión nuclear no reportada hasta ahora, que evidencia un exceso de luz en el kiloparsec central del perfil de brillo superficial. Encontramos que, en la región nuclear, el perfil de luminosidad no es plano ni presenta un defecto de luz hacia el centro de la galaxia. Esto significa que los nuevos datos Gemini muestran una realidad física diferente de la ‘región nuclear evacuada’ recientemente reportada para la BCG de Abell 85. Después de probar diferentes modelos analíticos, encontramos que el perfil de luminosidad superficial de esta galaxia se ajusta mejor con el modelo de la función de Sérsic doble.
Acerca de Gemini
El Observatorio Gemini consiste de dos telescopios gemelos de 8.1 metros de diámetro y que trabajan en el rango óptico e infrarrojo. Están ubicados en dos de los mejores sitios del planeta para las observaciones astronómicas, en Mauna Kena, Hawai y en Cerro Pachón, Chile. Gemini es un consorcio multinacional del cual participan 5 países socios, Estados Unidos, Canadá, Brasil, Argentina y Chile. En particular, Argentina tiene acceso a un poco más del 3% del tiempo disponible en ambos telescopios, lo que totaliza unas 100 horas de observación anuales.
 Prensa OAC

jueves, 4 de junio de 2015

Instalarán un telescopio robótico en Salta

En septiembre comenzaría a operar en Salta el primer telescopio del proyecto TOROS, siglas en inglés de “Observatorio Austral Robótico de Transitorios”. Su misión será detectar potentes colisiones estelares en galaxias distantes hasta 600 millones de años luz. ¿El objetivo? Descubrir señales lumínicas que sirvan como prueba de la existencia de las ondas gravitacionales que predice la teoría de relatividad general formulada por el fìsico Albert Einstein.
El instrumento será instalado en el cerro Macón, en la Puna salteña, a 4.650 metros sobre el nivel del mar. Allí, científicos del Instituto de Astronomía Teórica y Experimental (IATE), y del Observatorio Astronómico de Córdoba (OAC), estudiaron las condiciones y la calidad del cielo entre 2003 y 2009.
Lo hicieron en colaboración con el Observatorio Europeo del Sur, ya que el lugar fue uno de los candidatos para albergar el European Extremely Large Telescope (E-ELT). Se trata del telescopio más grande del mundo, que contará con un espejo de 42 metros de diámetro y empezará a funcionar para el 2024, en Chile.
 

Por la cantidad de noches despejadas al año y la altitud del cerro Macón, los investigadores del IATE decidieron aprovechar la labor realizada y motorizaron allí la creación del “Centro Astronómico Macón”. En ese espacio se desarrollan tres proyectos: TOROS (junto a la Universidad de Texas Brownsville, Estados Unidos); ABRAS (en cooperación con Instituto de Astronomía, Geodesia y Ciencias de la Atmósfera - USP, Brasil); e ISON (junto al Instituto Keldysh de Matemática Aplicada de la Academia Rusa de Ciencias, la Conae y el gobierno de Salta).
El primer instrumento del proyecto TOROS es un telescopio robotizado que podrá ser comandado remotamente, a través de una conexión de internet. Es un aparato piloto con un espejo de 16 pulgadas de diámetro, una cámara CCD para tomar fotografías y un sistema de filtros. Es más pequeño que el definitivo, cuya instalación se prevé para 2016. Actualmente, se están finalizando las obras de construcción del recinto que lo albergará. Esa infraestructura tiene el tamaño de una habitación promedio y un techo que se desplaza para permitir el trabajo de observación.
Su tarea será detectar cierto tipo de señales lumínicas. Una de las grandes predicciones de la teoría de la relatividad general indica que las grandes colisiones entre objetos masivos compactos –como por ejemplo, estrellas de neutrones o agujeros negros– generan ondas gravitacionales. Básicamente se trata de perturbaciones en la geometría del espacio-tiempo, que se traducen en variaciones temporales de distancias o longitudes.
Si bien con la distancia se tornarían cada vez más tenues, estas vibraciones producirían inicialmente un tipo de destello que puede ser captado mediante técnicas de observación astronómica.
Una estrella de neutrón es el final de la vida de un tipo de estrella. En general, no están aisladas: la mayoría tiene una compañera y en esos casos se habla de una “estrella binaria”. Si bien ambas orbitan alrededor de un centro común, eventualmente pueden colisionar y fusionarse en un solo objeto. Antes de fundirse, generan las ondas gravitacionales, cuyo efecto óptico tratará de captar TOROS.
 De todos modos, su detección se realizará en conjunto con los grandes interferómetros –telescopios que miden la luz cuando interfiere entre sí– ubicados en Estados Unidos y Europa. Ellos identificarían la onda gravitacional y su contraparte óptica podría ser observada con el telescopio ubicado en el Cordón Macón.
Lo cierto es que existe una gran incertidumbre sobre el lugar donde esto podría ocurrir. Por esa razón el telescopio de TOROS deberá explorar el firmamento de manera permanente. En caso de alerta, deberá enfocarse en una región específica del cielo, aunque significativa en tamaño, en busca de estos efectos variables.
El lugar donde funcionará el “Centro Astronómico Macón” reúne las mejores condiciones para la astronomía observacional. El cielo está despejado más del 93% de las noches del año, tiene escasa actividad sísmica y carece de contaminación lumínica gracias a la distancia que lo separa de grandes ciudades. Allí, el OAC desarrolla tres proyectos, todos en convenio con otras instituciones. Se trata de TOROS, ABRAS e ISON.



El proyecto ABRAS

Es resultado de un convenio de cooperación ente el IATE y el Instituto de Astronomía, Geodesia y Ciencias de la Atmósfera (USP, Sao Paulo, Brasil). Consiste en la implementación de un telescopio con un espejo de un metro de diámetro y un detector infrarrojo (en el infrarrojo cercano). Posibilitará tareas de investigación en diferentes áreas, desde la astronomía planetaria hasta la astronomía extragaláctica. Será el telescopio terrestre de este tipo instalado a mayor altura en el mundo.
La Empresa Astrosysteme Austria es la encargada de su construcción. Prevé entregarlo para fines de 2015, con lo cual podría entrar en funciones a comienzos del próximo año. Este proyecto demandó hasta el presente una inversión aproximada de un millón de pesos. Actualmente no existe en Argentina un telescopio que cuente con un detector infrarrojo.
El edificio y la cúpula donde estará emplazado ya fueron construidos. Se utilizaron 20 placas de hormigón pretensado de dos toneladas cada una para formar la estructura donde descansa la cúpula. Las ventanas contarán con un sistema de apertura robotizado, para regular la temperatura interna del recinto.

El proyecto ISON

La iniciativa se pondría en marcha en octubre. Apunta a detectar y seguir la trayectoria de asteroides u objetos elaborados por el hombre, que se encuentran próximos a la atmósfera de la Tierra. Para identificar esa basura espacial, se instalarán varias cúpulas pequeñas en zonas aledañas al edificio del ABRAS. Dentro de ellas se colocarán telescopios especialmente diseñados para esta tarea, ya que deben ser lo suficientemente veloces para seguir su recorrido.
Cada uno registrará una región del cielo y serán una novedad en el país, ya que se carece de instrumentos similares.
La iniciativa fue posible a partir de un convenio de cooperación entre el Instituto Keldysh de Matemática Aplicada de la Academia Rusa de Ciencias (KIAM RAS), la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), el IATE,(UNC-OAC-Conicet) y el gobierno de la Provincia de Salta.

Por Victoria Rubinstein - Observatorio Astronómico de Córdoba- UNICIENCIA

lunes, 6 de abril de 2015

Explicando a Júpiter

Pablo Benitez LLambay, profesor del Observatorio Astronómico de Córdoba y becario del CONICET en IATE, descubrió junto a sus colaboradores un mecanismo que detiene o incluso revierte la migración de planetas en formación, fenómeno conocido como “migración planetaria”, y que podría ayudar a explicar casos como el planeta Júpiter en nuestro Sistema Solar.

La migración planetaria es un efecto debido al cual los planetas en formación tienden a cambiar de órbita, y en general a acercarse a su estrella a medida que van incrementando su tamaño y masa. Los planetas gigantes tardan cientos de miles de años en formarse y es durante ese período de crecimiento que los modelos actuales predicen una migración planetaria bastante mayor a la necesaria para explicar la formación de planetas parecidos a Júpiter.
Los planetas se forman en discos de gas, polvo y rocas fragmentadas llamados “discos protoplanetarios” que rodean a las estrellas recientemente formadas. El modelo de Benítez-Llambay se basa en simulaciones realizadas con un código numérico FARGO que incluye efectos de radiación en estos discos protoplanetarios. Los Investigadores, consideraron el calor generado por el bombardeo de rocas sobre un planeta en formación, introduciendo por primera vez un efecto físico que retrasa considerablemente la migración planetaria, permitiendo la formación de planetas tipo Júpiter más alejados de su estrella. Este mecanismo es llamado “heating torque” (torque por calentamiento) por los autores del trabajo publicado en la revista Nature.

A partir de la publicación de esta investigación, los futuros modelos de formación planetaria no podrán obviar este mecanismo, ya que se trata de un modelo simple y robusto que garantizaría el resultado esperado. Además, obliga a una revisión de los trabajos publicados sobre este tema en las últimas décadas.


martes, 26 de febrero de 2013

Worksop José Luis Sérsic

El Instituto de Astronomía Teórica y Experimental (IATE) organiza un workshop en homenaje a José Luis Sérsic que se llevará a cabo los días 11 y 12 de abril del corriente año en el Observatorio Astronómico de Córdoba. Para más información por favor, visite la página web: http://sersic.oac.uncor.edu/




José Luis Sérsic ( 6 de mayo de 1933, Bella Vista, provincia de Corrientes, Argentina-19 de julio de 1993, en Villa Carlos Paz), fue un astrónomo argentino conocido sobre todo por sus trabajos en morfología de las galaxias. Fue uno de los pioneros y referentes más importante de la Astronomía Extragaláctica en el Hemisferio Sur.



Este año se conmemora 80 años de su nacimiento, 20 de su fallecimiento y 50 años de la famosa ley de Sérsic (1963, BAAA 6,41). Por tal motivo, el instituto IATE, realiza un homenaje a su fundador, con el workshop a realizarse en el mes de Abril. 

Es conocido también por el Atlas de Galaxias Australes. En el blog de la Historia de la Astronomía, un homenage al cosmólogo y gran maestro de la Astronomía Extragaláctica.