Está compuesto por 108 imágenes capturadas, entre 2013 y 2015, por los
telescopios de la Estación Astrofísica de Bosque Alegre, en Córdoba, y
del Complejo Astronómico El Leoncito, en San Juan.
Las nebulosas planetarias son el punto
final en la vida de estrellas cuya masa es hasta ocho veces la del sol.
En esta primera fase, el proyecto registró la distribución del nitrógeno
dentro de estos cuerpos gaseosos. La segunda etapa ya inició; está
enfocada en la ubicación del hidrógeno y demandará otros dos años de
trabajo. Sus autores esperan así conocer más sobre la muerte de los
astros.
El sol tiene cinco mil millones de años.
Atraviesa la mitad de su vida. A medida que se acerque su final,
incrementará su tamaño hasta devorar a Mercurio y Venus, los planetas
más cercanos, y adoptará un color rojizo debido al descenso de
temperatura en su superficie. Se habrá convertido en una estrella
gigante roja. Muy suavemente sus capas externas de gas comenzarán a
desprenderse, se expandirán y diluirán en el medio interestelar hasta
formar una nebulosa planetaria (NP). En el centro quedará un objeto muy
compacto y pequeño: una enana blanca.
Las NP están constituidas principalmente
por hidrógeno, nitrógeno y algo de oxígeno. Son la última etapa en la
vida de estrellas cuya masa varía entre 0,8 y 8 veces la del sol. En la
Vía Láctea se conocen aproximadamente unas tres mil y su vida es
efímera: unos 20 mil años, apenas un suspiro comparado con la edad
promedio de otros objetos celestes.
Semanas pasadas, investigadores del
Observatorio Astronómico de Córdoba publicaron un atlas de NP. Si bien
ya existían otros catálogos similares producidos tiempo atrás, el valor
diferencial del creado por los científicos de la UNC radica en ser la
mayor recopilación de imágenes enfocada en la distribución del nitrógeno
II dentro de esos cuerpos gaseosos.
La denominación “nitrógeno II” alude al
nitrógeno una vez ionizado. El átomo de este elemento químico tiene un
núcleo y siete electrones orbitándolo. Si un fotón lo alcanza con la
energía suficiente es capaz de lograr desprender uno de esos electrones y
dejar al nitrógeno ionizado (cargado positivamente).
La razón por la cual decidieron
identificar la distribución del nitrógeno II es más bien práctica: al
ser uno de los componentes más comunes, brilla mucho más y por ello es
posible observarlo óptimamente con telescopios medianos como el de la
Estación Astrofísica de Bosque Alegre (EABA), que tiene 1,54 m de
diámetro y está ubicado en la sierras chicas de Córdoba; o el del
Complejo Astronómico El Leoncito (Casleo), de 2,15 m de diámetro,
emplazado en San Juan.
Para la elaboración del atlas, el equipo
dirigido por Walter Weidmann –astrónomo del OAC, investigador del
Conicet y el único que estudia nebulosas planetarias en Argentina–
adquirió un filtro de banda angosta. Su particularidad es que sólo deja
pasar al sensor de la cámara una ínfima porción de la luz visible: la
que emite el nitrógeno II, caracterizada por su tonalidad rojiza (su
longitud de onda es de 658 nanómetros). La toma de imágenes se realizó
entre 2013 y mediados de 2015. En Casleo las observaciones demandaron
siete noches, mientras que en el EABA se dedicaron unas 30.
“Esta es la primera etapa del trabajo. El
objetivo final es observar las mismas NP pero con un filtro que nos
permita ver la emisión del hidrógeno. Así podremos superponer ambas
imágenes e identificar las regiones de baja ionización, que son muy
importantes por dos razones: primero porque se conocen pocas de estas
regiones; y segundo porque están muy relacionadas a cómo fue esa pérdida
de masa en la fase de gigante roja”, explica Weidmann.
Esa información tendrá un valor
sustancial, porque todavía no resulta claro por qué objetos esféricos
–las estrellas– generan NP con formas tan irregulares. En otras
palabras, cómo ocurre el proceso de pérdida de masa.
Actualmente, el equipo de investigadores
ya comenzó con las observaciones de la emisión del hidrógeno. Prevén que
la obtención de imágenes demande otros dos años. Con toda la
información esperan comprender mejor las particularidades de las etapas
finales de la evolución estelar.
Fuente: Unciencia
Proyecto | Atlas of monochromatic images of planetary nebulae, publicado en Astronomy & Astrophysics. Mayo 2016.
Autores | Walter Weidmann, Eduardo Schmidt, Roman Vena Valdarenas, Javier Ahumada, María Gabriela Volpe y Armando Mudrik.
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