martes, 20 de agosto de 2013

En la Tierra, no todo lo que brilla es oro. Y en el cielo, no todo lo que brilla es un OVNI

Esas son las palabras introductorias de una muy buena nota publicada por el Lic. Mariano Ribas, coordinador del área de Astronomía del planetario Galileo Galilei de la ciudad de Buenos Aires hace un tiempo, en la que por OVNIs se referirá a reportes de naves extraterrestres (http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/futuro/13-1752-2007-07-28.html).


Este es un excelente punto de partida para desmitificar un poco el cielo. A continuación, les dejamos algunos puntos interesantes de la nota.

Paradójicamente, las personas que más tiempo de sus vidas dedican a observar sistemáticamente el cielo son las mismas que nunca han visto en el cielo nada que no pueda ser explicado lógica y científicamente. Sólo en Argentina hay más de 30 observatorios astronómicos científicos y de aficionados que exploran el cielo cada noche (http://on.fb.me/17YZ1AY). Sin embargo, cada noche hay muchos reportes de “cosas raras” que son observadas en el cielo. Antes de culpar a los famosos extraterrestres, Mariano Ribas presenta una “guía práctica de falsos ovnis”.

LUCEROS:
Hay un ovni por excelencia: el planeta Venus. Cada vez que el famoso lucero aparece en el cielo bien separado del Sol como está ocurriendo ahora mismo, los reportes de ovnis aumentan dramáticamente. Venus es el 3er objeto más brillante del cielo, después del Sol y la Luna, un verdadero farol que llama la atención hasta a los más desprevenidos. Cuando está próximo al horizonte, este brillante objeto titila, cambia de color y hasta nos parece que se moviera. Todos esos efectos son sólo consecuencia de la turbulencia de nuestra atmósfera, cuando los astros están más próximos al horizonte su luz tiene que atravesar una capa más grande de nuestra propia atmósfera.
Hay otros “luceros” no tan brillantes como Venus pero que por las mismas razones (parpadeo, cambio de color, movimiento aparente) causan confusión. Podemos nombrar a Júpiter, Marte, las brillantes estrellas Sirio, Canopus, Alfa del Centauro y Arturo. En general, distintas investigaciones coinciden que cerca del 30% de los ovnis reportados son confusiones con planetas y estrellas brillantes.

COSAS QUE CAEN:
Todos los días y todas las noches, la Tierra es bombardeada por cientos de toneladas de polvo, fragmentos de roca, hierro y hielo interplanetario. La mayor parte de ese material cae en los océanos (que cubren el 75% de la superficie terrestre). Pero a veces, esa basura cósmica puede ser vista entrando a la tierra desde zonas pobladas. Generalmente se trata de partículas de tamaños que van desde menos que un grano de arena hasta el tamaño de un poroto, pero la velocidades con las que ingresan a la tierra van desde 20mil a 200mil kilómetros por hora, por lo que en la atmósfera se calientan, brillan y pueden dejar estelas luminosas. Comúnmente les llamamos meteoros o estrellas fugaces. Algunas de estas partículas pueden producir una explosión en su caída, es lo que denominamos bólido (como el del evento de Chelyavinsk a principios de 2013 o los recientes publicados durante la lluvia de estrellas de las perseidas desde el hemisferio norte).

Otra veces, las bolas de fuego son de origen artificial: hay cientos de toneladas de chatarra espacial orbitando a la Tierra, satélites abandonados, fragmentos de cohetes, herramientas perdidas por los astronautas, bulones, tuercas, etc. Es basura que tarde o temprano cae hacia la atmósfera terrestre y se quema.
El recorrido de la caída de objetos en la atmósfera dura menos de 30 segundos, algunos bólidos pueden dejar estelas que pueden durar algunos minutos.

OVNIS PREDECIBLES:
La mayoría de los satélites artificiales pueden verse como tímidos puntos de luz que cruzan lentamente el cielo. Muy difícilmente estos artefactos den lugar a reportes de avistamientos extraterrenales. Sin embargo hay algunos que sí.

Cierta clase de satélites viajan en grupos de tres o más que siguen la misma trayectoria. Sin llegar a la espectacularidad, ahí sí nos pueden resultar más llamativos.

Los verdaderamente espectaculares son los Iridium, una verdadera flota de 66 grandes satélites (destinados a telefonía móvil internacional) que desde hace más de una década no hacen más que sorprender, y hasta atemorizar, a incontables testigos en el campo, en la ruta, en la montaña, en el mar y hasta en plena ciudad. No sólo de noche, sino también a plena luz del día. Los Iridium siempre cumplen la misma rutina: aparecen en el cielo como simples puntitos de luz en movimiento, como cualquier satélite. Pero de pronto, empiezan a subir de brillo más y más, hasta producir un impresionante flash. Un fogonazo ser hasta unas 40 veces más brillantes que el mismísimo Venus. Inmediatamente después, empiezan a palidecer, hasta que desaparecen por completo, luego de haber recorrido 30 o 40 grados en el cielo. Todo en cuestión de medio minuto. El fabuloso truco de los flashes de los Iridium tiene una explicación: estos satélites llevan dos paneles solares plateados, del tamaño de una puerta. Y esos paneles actúan como espejos, que reflejan la luz solar.

Otra de las extrañas luces que diariamente cruza el cielo se trata de un objeto que desde nuestra página de facebook siempre los invitamos a observar : la Estación Espacial Internacional (ISS) - un laboratorio de más de 100 metros de largo que orbita a la Tierra a unos 400 km sobre la superficie. La ISS puede alcanzar un brillo comparable con el planeta Venus, y en un máximo de 7 minutos recorre todo el cielo visible por un observador. Cuando sabemos de su paso por nuestra ciudad nos llena de alegría salir a saludar a los astronautas que habitan en ella, pero encontrar por casualidad un objeto tan brillante desplazándose por el cielo a gran velocidad puede confundir a más de uno.
Los Iridium y la ISS son “ovnis predecibles”: hay diferentes páginas web como www.heavens-above.com que con sólo ingresar las coordenadas geográficas del observador se pueden conocer los días y horarios en que estos objetos serán visibles.

LUNA:
Aunque a algunos les puede resultar increíble, la Luna ha originado sorpresa, temor y hasta reportes de supuestos ovnis. Muchas veces el sólo hecho de encontrar la Luna durante el día plantea confusión (http://on.fb.me/16Y5q0q). Bajo ciertas condiciones de nubosidad, la Luna puede parecer como una mancha borrosa, con grandes variaciones de brillo y color.

NUBES LENTICULARES:
Otras veces, los ovnis son meros trucos meteorológicos. Y visualmente impactantes, por cierto: buena parte de los testimonios, fotografías y hasta filmaciones de supuestos platos voladores corresponden a las exóticas “nubes lenticulares”. Se forman a grandes alturas (5 a 10 mil metros), por encima de montañas, y generalmente aparecen aisladas, lo que acentúa su fantástico aspecto. Según la hora del día y la incidencia de luz solar, las nubes lenticulares parecen espectaculares discos blancos, rojos, naranjas y hasta plateados. A decir verdad, y no hay más que mirar las fotos, son los “verdaderos” platos voladores.

OBJETOS PARA NADA EXTRATERRESTRES
Finalmente, nos quedan los ovnis menos interesantes: los aviones, helicópteros, globos meteorológicos y hasta potentes reflectores iluminando nubes, también conforman este variadísimo menú de luces y rarezas que cruzan el cielo. Uno de los más frecuentemente confundidos: aviones a chorro vistos antes del amanecer hacia el Este o después del atardecer hacia el Oeste, en los que la estela dejada es iluminada por el Sol con un color rojizo.

El mejor consejo para no confudir cosas conocidas es tener la buena costumbre de observar diariamente el cielo y sus fenómenos.


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