Bienvenido al solsticio de diciembre, un día en que el mundo no se acaba, incluso de acuerdo con el calendario maya. Para celebrar, considere este cuadro dramático de Orión sobre El Castillo, la pirámide central de Chichén Itzá, uno de los grandes centros mayas de la península de Yucatán. También conocido como el Templo de Kukulkán se encuentra a 30 metros de altura y 55 metros de ancho en la base. Construida como una serie de terrazas cuadradas de la civilización precolombina entre los siglos 9 y 12, la estructura puede ser utilizado como un calendario y se caracteriza por las alineaciones astronómicas. De hecho, los mayas eran astrónomos consumados y matemáticos, utilizando con precisión los movimientos cíclicos de las estrellas, el Sol, la Luna y los planetas para medir el tiempo y construir calendarios. Mirando a través de las nubes en el cielo nocturno, las estrellas en la constelación de Orión el cazador moderno representada una tortuga en el cielo maya.
Tak sáamal.
Crédito de la imagen y derechos de autor: Stéphane Guisard (Los Cielos de América, TWAN)
Créditos: D. Flores y Pichardo B. (Inst. Astronomía UNAM), Sánchez P. y R. Nafate (INAH)
http://apod.nasa.gov/apod/ap121221.html
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