miércoles, 8 de octubre de 2014

Marte Versus el Cometa Siding Spring


Crédito: NASA, ESA, and J.-Y. Li (Planetary Science Institute)

El 19 de octubre de 2014, el cometa Siding Spring pasará a apenas 132.000 kilómetros de distancia de Marte, lo que equivaldría a que un cometa pase a alrededor de 1/3 de la distancia que hay entre la Tierra y la Luna.

El núcleo del cometa no golpeará a Marte, pero podría haber una clase de colisión diferente.

Si Marte fuese la Tierra, el cometa pasaría a 1/3 de la distancia entre la Tierra y la Luna.
 El cometa fue descubierto el 3 de enero de 2013 por Robert H. McNaught desde el Observatorio de Siding Spring, en Nueva Gales del Sur, Australia. Lleva viajando por el espacio un millón de años, procedente de la Nube de Oort, una nube en forma de esfera que rodea todo el Sistema Solar aproximadamente a un año luz de distancia y que contiene miles de millones de cometas y asteroides, restos de la formación del Sistema Solar.
El cometa no lleva rumbo alguno, ya que no está estabilizado en ninguna órbita, de tal forma que lo más probable es que sea despedido por el Sol hacia fuera de nuestro sistema planetario, al tener una órbita abierta hiperbólica, así que no regresará jamás.
El cometa ha sido visto desarrollando una larga cola y actividad desde hace meses, por lo que debe ser todo un espectáculo su visión desde Marte.
Telescopios potentes podrán contemplar el cometa en las proximidades de Marte, que se localizará en la constelación de Ofiuco, para el 19 de octubre. Marte será visible a simple vista, poco después de la puesta del Sol, bajo y sobre el horizonte SW, como una estrella roja, arriba y a la izquierda de otra estrella roja de nombre Antares (la rival de Marte), exactamente del mismo brillo que el planeta.

En un principio se pensó que el cometa llevaba una trayectoria de caía hacia el planeta rojo, hasta que con el paso de los meses se pudo calcular mejor su órbita según se movía en el espacio y más tarde la NASA rebajó esa posibilidad de 1 entre 600. Hoy se sabe que el cometa será el más próximo que pase por Marte desde que estos cuerpos se llevan estudiando.
Crédito:  NASA/JPL-Caltech

Si el impacto se produjese, sería incluso visible desde la Tierra, provocando un cráter de varios cientos de km, generando una energía equivalente a unos 25 millones de gigatones.
La NASA está reajustando las órbitas de sus sondas que orbitan Marte, en total tres, para evitar los peligros que trae el paso cercano de un gran cometa, el C/2013 A1 Siding Spring, cuyo núcleo puede ser de varias decenas de kilómetros. El objetivo es que no estén en el frente de choque de las partículas que vaya dejando la roca espacial cuando el día 19 de octubre pase a 130.000 km de la superficie del Planeta rojo, esto es tres veces menos que la distancia que separa la Tierra de la Luna.
En realidad, las diminutas partículas del cometa, que son de un tamaño de menos de 1 mm, no serían tan dañinas si no fueran a velocidades de 56 km/s, que es la velocidad a la que pasará el cometa por las proximidades de Marte, lo que dañaría de forma permanente cualquier nave que se pusiera en su camino. Algunos científicos no le dan mucha importancia a la caída de estos “proyectiles”, aunque todos se muestran cautos y otros muchos decidieron que las naves maniobraran para evitar, por si acaso, alguna catástrofe.
La lluvia de partículas del cometa rociará una gran parte de la atmósfera de Marte, pero antes de llegar a ella están las sondas espaciales, que deben ser protegidas y alejadas del evento. Por ello, la NASA va a evitar que estas tres naves se encuentren en el frente, que será más peligroso, unos 90 minutos después del paso del cometa por las proximidades del Planeta rojo y durante 20 minutos el riesgo es extremo.
De hecho, ante el desastre que podrían ocasionar las partículas de cometa sobre las naves que giran alrededor de Marte, el Orbitador de Reconocimiento de Marte (MRO, por sus siglas en inglés), ya reajustó su órbita el 2 de julio y el 27 de agosto pasado. Otra maniobra similar se hizo con el orbitador ODISEA (Mars Odyssey, en inglés) el 5 de agosto. La recién llegada nave MAVEN (Evolución Volátil de la Atmósfera de Marte, por sus siglas en inglés) a Marte, efectuará un ajuste en su órbita para el 9 de octubre, todo ello para evitar la lluvia de partículas.
El orbitador europeo Mars Express y el de la India que acaba de llegar a Marte, la denominada Mangalyaan, continuarán con sus labores de investigación en el Planeta rojo y se desconoce hasta el momento si tomarán medidas para evitar la lluvia de partículas.
Por otro lado, los todo terrenos que circulan por la superficie de Marte, como el Curiosity, no tendrán ningún problema a tal respecto.

“Esperamos presenciar la colisión de dos atmósferas”, explica David Brain, del Laboratorio de Física Atmosférica y Espacial (Laboratory for Atmospheric and Space Physics o LASP, por su acrónimo en idioma inglés), de la Universidad de Colorado. “¡Este es un evento que ocurre una sola vez en la vida!”

Todos sabemos que los planetas tienen atmósfera. Pero lo que no se conoce tanto es que los cometas también la tienen. La atmósfera de un cometa, llamada “coma”, está compuesta de gas y polvo que emanan del núcleo que el Sol calienta. La atmósfera de un cometa típico es más ancha que Júpiter.

“Es posible”, dice Brain, “que la atmósfera del cometa interaccione con la atmósfera de Marte. Esto podría provocar algunos efectos para destacar, incluyendo a las auroras marcianas”.

El momento no podría ser mejor. Precisamente el año pasado, la NASA lanzó una nave espacial llamada MAVEN (Mars Atmosphere and Volatile Evolution, en idioma inglés, o Atmósfera de Marte y Evolución de Materiales Volátiles, en idioma español) con el propósito de estudiar la atmósfera superior de Marte. La nave arribó al Planeta Rojo en septiembre de 2014, apenas un mes antes que el cometa.

MAVEN se encuentra trabajando en una misión destinada a resolver un misterio de larga data: ¿Qué sucedió con la atmósfera de Marte? Hace miles de millones de años, Marte tenía una atmósfera considerable que envolvía al planeta y mantenía a Marte caliente, con agua líquida en su superficie. En la actualidad, solamente queda un escaso velo de CO2 y el planeta que yace debajo de él está más frío y más seco que cualquier desierto sobre la Tierra. Las teorías para esta catástrofe planetaria se centran en la erosión de la atmósfera debido al viento solar.
“El objetivo de la misión MAVEN es entender cómo los estímulos externos afectan la atmósfera de Marte”, dice Bruce Jakosky, quien es el investigador principal de MAVEN, en el LASP. “Por supuesto que cuando planeamos la misión pensamos en el Sol y en el viento solar. Pero el cometa Siding Spring representa una oportunidad para observar un experimento natural, en el cual se aplica una alteración y podemos ver la respuesta”.
Brain, que es miembro del equipo científico de MAVEN, considera que el cometa podría dar lugar a auroras marcianas. A diferencia de la Tierra, la cual posee un campo magnético global que protege a todo nuestro planeta, Marte tiene una especie de colcha hecha de “paraguas magnéticos” que salen de la superficie en cientos de lugares de todo el planeta. Si las auroras marcianas se producen, aparecerían en los “toldos” de estos paraguas magnéticos.
“Esa es una de las cosas que estaremos buscando tanto con MAVEN como con el Telescopio Espacial Hubble”, señala Brain. “Las auroras que veamos no solamente serán nítidas, sino que también resultarán muy útiles como herramienta de diagnóstico para conocer cómo han interaccionado el cometa y la atmósfera de Marte”.

Crédito:  NASA/JPL-Caltech

La atmósfera del cometa incluye no solo serpentinas de gas. También tiene polvo y otros escombros que emanan del núcleo a 56 kilómetros por segundo en relación a Marte. A esa velocidad, incluso partículas tan pequeñas como las que miden medio milímetro podrían dañar a una nave espacial. La flota de orbitadores de Marte, de la NASA, que incluye a MAVEN, a Mars Odyssey (Odisea de Marte, en idioma español) y al Mars Reconnaissance Orbiter o MRO, por su sigla en idioma inglés (Orbitador de Reconocimiento de Marte, en idioma español), llevará a cabo maniobras con el fin de colocar el cuerpo de Marte entre ellos y los escombros del cometa durante la parte más polvorienta del encuentro.
“Todavía no queda claro si efectivamente una cantidad significativa de polvo o de gas golpeará la atmósfera de Marte”, advierte Jakosky. “Pero si es así, eso tendría los efectos más importantes sobre la atmósfera superior”.
Los meteoroides en desintegración depositarían calor y alterarían temporariamente la química de las capas de aire superiores. La mezcla de gases cometarios y marcianos podría tener más efectos impredecibles. A pesar de que MAVEN, habiendo apenas llegado a Marte, todavía estará en fase de servicio, utilizará todo el conjunto de instrumentos para monitorizar la atmósfera de Marte y así detectar cambios.
“Al observar antes y después, esperamos determinar qué efectos tienen el polvo y el gas del cometa sobre Marte, si es que los hubiera”, dice Jakosky.
Independientemente de lo que suceda, MAVEN tendrá un asiento en primera fila para poder observar.

Fuente: NASA - Observatorio Astronómico Almadén de la Plata

Más información sobre el evento:
http://www.nasa.gov/nasasocial-comets-2014

Más información sobre el cometa
http://mars.nasa.gov/comets/sidingspring

2 comentarios:

  1. Mi pregunta es:si hubiera una colisión....es imposible que repercuta en la tierra, pero se podría ver?

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  2. Hola! Si hubiese una colisión no afectaría a la Tierra. Estamos lejos como para que nos afecte y como para apreciarlo.

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