En un país en el que la astronomía no es un tema obligatorio en el programa escolar (salvo en Córdoba desde hace 2 años), si decís que sos astrónom@, el 70% de las veces escuchás como respuesta un signo zodiacal. La astronomía y la astrología no son la misma cosa. Muchos divulgadores de la ciencia ya han explicado este tema mucho mejor de lo que nosotros podemos llegar a hacerlo. De todas maneras, nos pareció que podríamos intentar plantear nuestro punto de vista. Como con todas nuestras publicaciones, sólo intentamos alentar a que ustedes mismos investiguen y formulen sus propias conclusiones.
Fuente imagen: http://orbitaenmimundo.blogspot.com.ar/ |
Podemos pensar que hace más de 3 mil años la astronomía y la astrología eran hermanas. En la antigüedad (y hasta los descubrimientos de Kepler), los astrónomos eran también astrólogos, además de investigar los cuerpos celestes eran capaces de predecir cuándo era conveniente sembrar o cosechar, cuándo las mareas eran propicias para la pesca o la navegación, y otros fenómenos de la naturaleza.
Aquí vale hacer un paréntesis. La predicción es una de las herramientas más atractivas que tiene la astronomía. ¿No les parece fantástico que por ejemplo les digamos “mañana a las 9 de la noche salgan a mirar la luna y verán como oculta a Júpiter” o “la estación espacial va a pasar sobre tu cabeza a las 7:31 durante 4:25 minutos” o ”el 20 de marzo a las 12am el Sol no producirá sombra en un punto en el ecuador” o “ el cometa Halley volverá a pasar en el 2062”? Para mí es fabuloso. Pero no es magia. La astronomía es una ciencia que se basa en la matemática y las leyes de la física. Conociendo las leyes que rigen los movimientos e interacciones, podemos predecir eventos futuros. Y pasados. Y en la actualidad, un simple programita de computadora nos permite predecir con muchísima precisión, y sin necesidad de demasiado conocimiento, las posiciones de los objetos en el cielo, la ocurrencia de eclipses, el movimiento de satélites artificiales, etc.
Pero volvamos a la astrología, o a lo que hoy en día relacionamos con astrología. En el imaginario de los babilonios, en el siglo VI a.C. durante el reinado de Nabucodonosor II, surgió el Zodíaco (división de una franja del cielo en 12 partes iguales) que luego fue adoptado por la cultura griega dándole los nombres actuales. Una constelación es una figura imaginaria que se traza en el cielo uniendo estrellas para formar imágenes que reconocemos de nuestra vida cotidiana. Habrán notado que en el zodíaco no aparece el ñandú o la llama. Por supuesto, porque las constelaciones que conocemos como el zodíaco fueron imaginadas por los griegos que no veían ñandúes, llamas ni elefantes en su vida cotidiana. Otras culturas, como la china imaginaron ratas, dragones o serpientes; los mocovíes veían ñandúes, yacarés y árboles de algarrobo. Pero no son esas las constelaciones que heredamos en nuestra cultura actual, sino las griegas. Las estrellas que conforman una constelación no están ligadas entre ellas, en realidad se encuentran separadas por cientos o miles de años luz, y sólo por un efecto de proyección (y un efecto psicológico llamado pareidolia) nos parece que formaran figuras en el cielo.
Pensemos por un momento en la concepción del universo que se tenía en la antigüedad: La tierra era el centro de todo, el sol y los otros astros giraban alrededor de la Tierra, y lo que era conocido como el universo no podía ser demasiado grande. ¿Cómo no iba a influir en la Tierra cualquier cosa que sucediera en ese pequeño universo en el que éramos su centro? Así, la relación entre la fecha de nacimiento y la ubicación del Sol con respecto a las estrellas de fondo parecía relevante, así nace el horóscopo.
Pero hoy sabemos que no, no somos el centro del Universo. Sabemos que la Tierra y los otros planetas giran alrededor del Sol, y que el Sol es sólo una estrella más que se mueve entre millones de estrellas (que también se mueven) de nuestra galaxia, y que las distancias entre estrellas es grandísima, y que nuestra galaxia es sólo una más entre los millones de galaxias. ¿Qué efecto esperamos que ejerza sobre nosotros (¿en nuestra personalidad, nuestra suerte o nuestro destino?) que desde la Tierra nos parezca que el día que naciste “el Sol transitaba sobre un conjunto de estrellas” (que ni siquiera están próximas ni al Sol ni entre ellas) a las que imaginariamente asociamos que conforman un escorpión o un pez o lo que alguien imaginó hace miles de años? ¿o que los planetas en sus respectivas órbitas estén en uno u otro lugar respecto de la Tierra?
Supongamos por un momento que el conocimiento del lugar en el que vivimos y el lugar que ocupamos en el universo no es razón suficiente para que dejes de preguntarme cuál es mi signo del zodíaco. OK. Entonces yo te pregunto: ¿cuál es tu signo del zodíaco? ¿estás seguro que el día que naciste el Sol “transitaba” sobre el León?...
En Astronomía se conoce como punto vernal o equinoccio de marzo a la posición en la órbita terrestre en la que los rayos del Sol caen perpendiculares al eje de rotación de la Tierra. El día en el que eso sucede varía año a año, pero ocurre alrededor del 21 de marzo. La Tierra además de girar sobre su eje y trasladarse alrededor del Sol tiene otro movimiento llamado precesión, debido al cual la orientación del eje terrestre varía (hace el movimiento de un trompo). En alrededor de 26mil años el eje terrestre realiza una vuelta de trompo completa. Ese movimiento hace que la posición en el espacio en el que ocurre el equinoccio vaya variando. El punto vernal también es llamado primer punto de Aries. Eso se debe a que hace unos 3mil años en el equinoccio el Sol “transitaba” por Aries. ¿Tienen idea hoy en día en qué constelación vemos al Sol cuando se produce el equinoccio de marzo? En Piscis. Recién llega a los límites de Aries alrededor del 20 de abril. Y así, con cada uno de los meses siguientes, en este momento el Sol está atrasado todo un signo, y seguirá cambiando. Ah, bueno, sólo alcanza con movernos un lugar en el horóscopo!!! ¿Será? ¿Saben sobre qué constelación veremos al Sol entre el 30 de noviembre y el 18 de diciembre? … No… piensen de nuevo… no, tampoco!… estará sobre una constelación llamada Ofiuco, que no pertenece a una de las 12 del Zodíaco!!!!
Entonces, te vuelvo a preguntar: ¿de qué signo sos?
Les compartimos un video en el cual Carl Sagan nos habla de la astrología.
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