Los romanos le pusieron el nombre del mensajero de los dioses porque se movía más rápido alrededor del Sol que los demás planetas. Es el planeta más cercano al Sol; y el más pequeño y el más denso del Sistema Solar. Tiene un diámetro de 4880 kilómetros, lo que lo sitúa en tamaño entre la Luna y la Tierra. Mercurio gira lentamente sobre su eje, una vez cada 59 días y completa una vuelta alrededor del Sol cada tres meses. Orbita a sólo 58 millones de kilómetros del Sol y eso hace que las temperaturas en el planeta sean extremas: de 420°C por el día, a -180°C por la noche. Los polos se mantienen siempre muy fríos. Si nos situásemos sobre Mercurio, el Sol nos parecería dos veces y media más grande. El cielo, sin embargo, lo veríamos siempre negro debido a que su atmósfera es muy tenue y no puede dispersar la luz. La atmósfera esta compuesta de potasio y sodio y trazas de otros elementos como hidrógeno y helio, muy probablemente estos últimos viniendo del sol.
Créditos. NASA |
El primer sobrevuelo a Mercurio en 2008 por la sonda Messenger
había sido muy esperado por los científicos planetarios, ya que
solo el 45% la superficie fue fotografiada por la Mariner 10 y
el resto solo se conocía a partir de ecos de radar. La superficie de
Mercurio es semejante a la de la Luna. El paisaje está lleno de
cráteres y grietas, en medio de marcas ocasionadas por los impactos
de los meteoritos. La diferencia más obvia entre Mercurio y la Luna
es que la Luna tiene regiones brillantes, rellenadas por las lavas
basálticas que forman los mares lunares o maria. Mercurio no
tiene nada similar.
Una de las características más interesantes del planeta es el campo
magnético detectado por la Mariner 10. Algunos geólogos
planetarios creen Mercurio posee un gran núcleo de hierro
parcialmente líquido, que daría cuenta no solo del campo magnético,
sino del 60% de la masa del planeta.
Quizás uno de los enigmas más interesantes sea la hipótesis de que
Mercurio posee agua en sus polos. Al contrario que la Tierra, el eje
de Mercurio es casi perpendicular a su órbita. En algunas zonas
polares, el Sol nunca sale ni se pone, y están en sombra perpetua, a
muy baja temperatura. A través de imágenes de radar realizadas
desde Tierra, algunos de estos cráteres de Mercurio muestran una
reflectividad mucho mayor que las áreas circundantes. En Marte y
algunos satélites de Júpiter, esta gran reflectividad está
asociada a depósitos de hielo de agua. ¿Es el caso de Mercurio? Si
fuese así ¿cuál es el origen de esa agua? Quizás se trate de agua
proveniente del interior de Mercurio que sale poco a poco a la
superficie y se retiene allí durante grandes períodos de tiempo.
También podrían venir de cometas que hayan impactado con Mercurio.
O bien podría tratarse de otro material.
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